Lapsus Linguae

En la clase de inglés no podía dejar de verle las piernas a la chava de al lado. No está bonita, ni buena, pero no hay mucho que hacer en clase de inglés, no hay mucho que ver por ningún lado, no hay algo que llame más mi atención que esas morenas y bien torneadas piernas. Apuesto a que si cruza las piernas podría ver su tanga. Sï trae tanga, ponerse una falda así con unos calzones blancos de algodón hasta el ombligo sería como intentar vender tacos vegetarianos. Soya al pastor. Dios nos libre.

Luego la maestra pregunta:

What's the meaning of mean? It's the opposite of generous.
Tacaño, avaro, CODO, voy a decirlo: CODO, pienso ya olvidando un poco esas piernas, esa tanga, esa falda. Luego exclamo hacia todo el salón: ¡COÑO!

Todos soltaron una carcajada y la maestra me vió con cara de WHAT THA FUCK?! Así, en inglés.

Luego la chava de las piernas puso su libro sobre sus muslos y yo me llevé la mano a la frente. Mi cochino subconsciente hizo de las suyas de nuevo.

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Hay un párrafo de un libro de Henry Miller que no puedo sacarme de la cabeza. Creo que es lo mejor que he leído en mucho tiempo, así como si te despedazaran la cabeza a batazos y luego te levantaras con tu camisa ensangrentada y empezaras a recoger uno por uno los pedacitos de tu cráneo, mientras intentas chasquear algún ritmo despreocupado.

"Las personas son como los piojos, se te meten bajo la piel y se entierran en ella. Te rascas y te rascas hasta hacerte sangre, pero no puedes despiojarte permanentemente. Donde quiera que voy las personas están echando a perder sus vidas. Cada cual tiene su tragedia privada. La lleva ya en la sangre: infortunio, hastío, aflicción, suicidio. La atmósfera está saturada de desastre, frustración, futilidad. Rascarse y rascarse.... hasta que no quede piel."