El regreso de las mamás con internet.

Qué cagado, no tiene muchas semanas que mi mamá, en uno de esos ataques de superación personal, empezó a tomar clases de computación, y una madre aspirante a testigo de jehová que sabe usar la tecnología (fuera de los sartenes con teflón, el microondas y el refri que no hace escarchita), es un peligro.

Empezó preguntándome cómo hacer circulitos en paint, cómo insertar viñetas para una receta de un pastel en word, etc. Y hace rato, despertando de mi siesta vespertina, me doy cuenta de que la computadora está no solo prendida, sino que está mostrando el blog de mi hermano, mulder, el que se la come. Y bueno, si de él, que para ella es (era) una perita en dulce, comentó que es grosero y narcisista, no sé qué habría comentado de mí, que... bueno, soy como su limón agrio pero buena onda.

En fin, me alegro de haber borrado mi antiguo blog y estoy prácticamente seguro de que no logrará encontrar este mágico rinconcito de internet. Pero, en caso de que llegue a equivocarme, nomás te digo, mamá, que por andar chismorreando en el blog de mi hermano, se te quemaron las galletas de chocolate con almendra que tanto me gustan.

Es como masticar carbón, pero con pasas.

Y con este post, dead robot se complace anunciar que queda oficialmente inaugurada la sección "Mamá, no leas esto", que se pretende sea una de las favoritas.