Carefull with that axe, Changene

Me agrada esto del blog ahora. Antes, hiciera lo que hiciera, ya fuera en una peda, dormitando en el camión o morboseando a alguna fémina chichona, iba pensando en la forma de hacer de ese momento, por más chafa o aburrido que pareciera, un post digno para leer. También aprovechaba cualquier oportunidad para entrar al blog y alegrarme si había nuevos comentarios o decepcionarme si no había nada. Qué triste.

Ahora es mejor, escribir en el blog es como... no sé... cortarme las uñas de los pies o sacarme la tierrita del ombligo; algo entretenido para hacer cuando no hay algo mejor. Y en realidad me importa poco que esto empiece a parecer como si fuera uno de esos diarios de cuadernito y candado puñalesco. Es divertido. Es relajate. Es... es... ¡No tengo que darle explicaciones a nadie! ¡Este es mi blog! ¡Si no te gusta ni lo leas! ¡Hay muchos otros más interesantes y chistosos y hay hasta quienes enseñan chichis! ¡Esto estuvo y estará bien sin tí, cochino malagradecido! Bah.



Bajé casi 4 gigas de puro pink floyd. Cuando el uTorrent me dijo que Pink Floyd Discography había terminado de descargarse y abrí la carpeta, no podía decidirme entre cuál de todos esos geniales discos poner primero... Ummagumma? Meddle? Live at Pompeii? Animals? Puto al que no le tome por lo menos 5 minutos elegir uno de entre los poco más de 25 discos, sin contar los que son dobles, o hasta triples.

Y de los demás, de los que piensan que Pink Floyd no es, ni fue la gran cosa, como dijo un amigo metalero en cierta ocación: "Hay dos tipos de personas: las que saben apreciar a P.F., y las que nunca debieron haber nacido".

Gracias a dios por crear a pink floyd, o más bien: Gracias a Pink Floyd por crear a dios.